Mérida, la Eterna Ciudad de los Caballeros

Siempre había pensado que ese calificativo se lo había ganado la ciudad debido a que su gente es muy amable y respetuosa, pero que equivocada estaba, pues este se deriva de su descubrimiento, lo vine a saber de boca del Sr. Ricardo, perteneciente a la operadora de turismo Tapuey, con quien nos embarcamos en un recorrido maravilloso por algunos de los pueblos de los páramos andinos; y más tarde lo pude corroborar, al leer una publicación llamada “Mérida Nuestra y de sus Negocios” que se distribuye gratuitamente en diferentes sitios de la ciudad.

Lo cierto, es que Juan Rodríguez Xuárez, la llamó Santiago de los Caballeros de Mérida el día de su fundación, en honor a su ciudad natal Mérida de Extremadura y al Santo Patrono de España Santiago el Mayor, y lo de “Caballeros” porque es probable que este capitán español haya pertenecido a la Orden de Santiago, lo cual conectaría a la capital con la legendaria hermandad militar y religiosa.

La verdad, yo opino que mi criterio sigue siendo válido, porque a pesar de que en alguno que otro sitio se haya perdido el respeto hacia el turista, me atrevería a asegurar que esta es una de las ciudades con mayor calidad de servicio dentro de nuestra geografía nacional.

Pasé unos días maravillosos en compañía de mi familia en Mérida, y como siempre, regresé con ganas de volver y de conocer más de esas bellezas naturales que guardan sus preciosas montañas, su arquitectura tan impresionante que me trasladó a otros espacios, sus ríos, sus calles, y por supuesto, su gente tan agradable y especial.

Es de admirar también, como aún se conservan en sus pueblos y hasta en algunas zonas de la ciudad las construcciones tradicionales, y la gastronomía típica que aún guarda esos sabores que le dieron su origen, esos aromas que nos remontan a otras épocas.

Son muchos los lugares de interés para visitar en este gran estado, pero de manera especial les recomiendo que visiten en la ciudad el Restaurant La Abadía, excelente, temáticamente ambientado en todos sus espacios, incluyendo los platos y el personal, tiene su propia galería de arte popular; y por supuesto la Pizzería “El sabor de los Quesos”, cuarenta años anclada en el mismo lugar, aún conserva su arquitectura original, me encantó conversar aunque fue sólo por 5 minutos con su fundador; quien por cierto, me contó que de niño le gustaba la pizza, y este sabor despertó la idea en el de abrir una pizzería en la ciudad (cosa extraña porque este alimento no es típico de nuestro país).

Gracias a todos los que de alguna forma hicieron nuestra estadía, en la que es por excelencia la primera ciudad turística de Venezuela, tan agradable, en especial a Adela y Geraldo, mil gracias por sus atenciones.

Espero regresar pronto para seguir conociendo y visitar nuevamente aquellos sitios imposibles de olvidar.

Parque Nacional Sierra de la Culata

Frailejón, planta típica de las alturas andinas

Palacio Arzobispal

Catedral de la Ciudad

Cascada de Tibisay, Parque Los Chorros de Milla

Parque Nacional Sierra de la Culata

Laguna de Mucubají