miércoles, 12 de febrero de 2014

¿Cultura de Servicio?

Hace ya unos días, leí un post en un blog en el que el autor expuso las “cosas” que no debe hacer un turista en Venezuela; algunos lectores en sus comentarios le otorgaron razón a sus argumentos, otros se exaltaron por su contenido; yo, la verdad pensé en primer lugar en el escaso conocimiento que tenía tal persona de nuestro país, pero al mismo tiempo pensé en las verdades que nunca decimos, escribimos o mostramos a la hora de recomendar un destino.

Lo cierto, es que este artículo; unido a ciertas situaciones que vivo día a día me animaron a escribir respecto a la cultura de servicio, entendida como la disposición de entregar lo mejor que se tiene como persona para ayudar a otros en un ambiente determinado y de la cual no le hablamos a nuestros visitantes. Siempre lo comento, incluso en la intimidad de amigos y familiares, establezco comparaciones cuando visito otros estados diferentes al de mi residencia, pero siempre termino concluyendo que el comportamiento de los ciudadanos es igual en cualquiera de nuestros puntos cardinales; y aquí es cuando hago alusión a los “adornos” unos le ponen más, otros menos, y con ello es que se hacen las diferencias.

Desde el taxista que no te lleva al destino solicitado porque hay mucho tráfico (que por cierto te pueden ver con los paquetes que no puedes ya sostener con las manos y no se ofrecen a ayudarte y mucho menos abrirte el maletero); hasta el chofer del transporte público que hace paradas donde él decide y no donde corresponde. Sin contar al señor en la cola del supermercado que te dice que lo dejes pasar porque solo va a pagar una “cosita” y los que van al banco y tiran los papelitos en el piso porque “aquí hay quien limpie”, y un largo y extenso etcétera que incluye a todos los prestadores de servicios públicos y  privados.

Los valores que nos hayan inculcado en el núcleo familiar tienen su buena parte en este tema, pero no son un determinante (nunca es tarde para aprender), cualquiera que preste un servicio debe tener una capacitación previa, y así hacerse la pregunta ¿seré un buen policía? político, contador, educador, secretaria…

Ajá y el que requiere de cualquier servicio en nuestro país qué? No sabe pedirlo, ni pagarlo y mucho menos agradecerlo, total el círculo vicioso, y luego salen con la famosa frase “por eso estamos como estamos”. No señores la verdad es que “SIEMPRE SEREMOS LO QUE SOMOS”.